DÉCIMO ANIVERSARIO 2018
A principios del 2009, en el mes de Enero, en Alustante, mi pueblo, celebrando San Antón
con mi hermano, le comenté la idea que tiempo atrás me iba carcomiendo: reunirme con
el mayor número de los compañeros de la infancia en la SAFA. La idea le gustó pero vio
complicado que después de 35 años nos reuniéramos muchos y más que se mantuviera en
años venideros. Le pregunté si veía a Ángel Galán por Guadalajara, ante su respuesta
afirmativa le dije que le comentara la idea y le diera mi número de teléfono. No tardó una
semana en llamarme Ángel, le encantó la idea y nos pusimos manos a la obra: localizar al
mayor número. Ángel contactó con Ramiro Garijo, quien controla esto de las redes sociales
y se volcó también en reclutar safos del curso 73/74. Ramiro abrió el blog
http://safacou7374.blogspot.com , que ha servido para colgar fotos, anunciar las reuniones
y expresarnos libremente. Hoy lo tenemos dormido, pero seguro que le hacemos despertar
con el DÉCIMO ANIVERSARIO.
con mi hermano, le comenté la idea que tiempo atrás me iba carcomiendo: reunirme con
el mayor número de los compañeros de la infancia en la SAFA. La idea le gustó pero vio
complicado que después de 35 años nos reuniéramos muchos y más que se mantuviera en
años venideros. Le pregunté si veía a Ángel Galán por Guadalajara, ante su respuesta
afirmativa le dije que le comentara la idea y le diera mi número de teléfono. No tardó una
semana en llamarme Ángel, le encantó la idea y nos pusimos manos a la obra: localizar al
mayor número. Ángel contactó con Ramiro Garijo, quien controla esto de las redes sociales
y se volcó también en reclutar safos del curso 73/74. Ramiro abrió el blog
http://safacou7374.blogspot.com , que ha servido para colgar fotos, anunciar las reuniones
y expresarnos libremente. Hoy lo tenemos dormido, pero seguro que le hacemos despertar
con el DÉCIMO ANIVERSARIO.
Llegó el sábado 6 de junio, fecha del reencuentro. Fuimos llegando a la puerta de la SAFA,
lugar de encuentro, hasta 59, perdón 60, pues a Juan José Suarez Murillo le acompañó su
pareja, aunque por discreción, no se quedó a comer. El reencuentro fue espectacular, yo solo
ecordaba la cara de Félix Herranz Sanz porque su esposa es de mi pueblo y también reconocí a
Carlos García Santaolalla por el color de su pelo. La pregunta más común era ¿tú quien eres?,
respuesta que iba seguida de un abrazo. Pasamos lista en una aula que nos dejó Fidel, el
director del colegio ese año, uno a uno resumimos nuestros últimos 35 años en 3 minutos.
Después de dos horas reunidos, las sensación común era de familiaridad, cercanía, como si no
hubieran pasado los años. Terminada la reunión, pasamos a misa en memoria por los
compañeros fallecidos, la celebración fue entrañable por el recuerdo de la capilla y por las
palabras del sacerdote que ofició la ceremonia, quien nos habló como si todavía fuéramos
niños, transportándonos a aquellos años inolvidables. Después de la misa, las fotos de rigor en
las escaleras principales, luego al restaurante, al Milano, donde durante tres largas horas
degustamos un buen menú por el precio de 37 euros:
lugar de encuentro, hasta 59, perdón 60, pues a Juan José Suarez Murillo le acompañó su
pareja, aunque por discreción, no se quedó a comer. El reencuentro fue espectacular, yo solo
ecordaba la cara de Félix Herranz Sanz porque su esposa es de mi pueblo y también reconocí a
Carlos García Santaolalla por el color de su pelo. La pregunta más común era ¿tú quien eres?,
respuesta que iba seguida de un abrazo. Pasamos lista en una aula que nos dejó Fidel, el
director del colegio ese año, uno a uno resumimos nuestros últimos 35 años en 3 minutos.
Después de dos horas reunidos, las sensación común era de familiaridad, cercanía, como si no
hubieran pasado los años. Terminada la reunión, pasamos a misa en memoria por los
compañeros fallecidos, la celebración fue entrañable por el recuerdo de la capilla y por las
palabras del sacerdote que ofició la ceremonia, quien nos habló como si todavía fuéramos
niños, transportándonos a aquellos años inolvidables. Después de la misa, las fotos de rigor en
las escaleras principales, luego al restaurante, al Milano, donde durante tres largas horas
degustamos un buen menú por el precio de 37 euros:
Entrantes fríos: Jamón Ibérico. Endivias con pimiento y ventrisca, Espárrago blanco relleno de
crema de marisco.
Entrantes calientes:Brocheta de langostino y salmón. Tarina de Foie sobre manzana acida y cebolla
caramelizada. Tosta de setas y ahumados gratinada al horno
Segundo plato:Cordero asado acompañado de patatas a lo pobre.
Postres:Pastel de Tiramisú u otros.
Bebidas:Vino Rioja, Agua, Café
Terminada la comida nos desplazamos al -Oasis- era obligatorio visitar y recordar ese
lugar de la naturaleza donde tantas y tantas horas pasamos en nuestra infancia.
De vuelta a la ciudad, nos tomamos el refresco de despedida en la -Alameda-, lugar
de paso obligado para llegar al -Boris-. Luego, la despedida y el compromiso de volver
el 5 de Junio del año siguiente. Cuatro nos quedamos a dormir: Jesús Díaz-Albo,
Félix Herranz, Enrique Pérez Ibáñez y yo. Hasta las 3 de la madrugada estuvimos recordando
viejos tiempos con la compañía del querido Javier Sanz. El domingo, todavía me dio tiempo
para desayunar y pasear por Sigüenza en compañía de Quique y de Javier.
Después de este primer encuentro, han venido ocho más, con más que aceptable asistencia
acompañados en algunos casos de las parejas.
Este año 2018, se cumplen nueve años del primer encuentro, EL DÉCIMO ANIVERSARIO.
Es mi intención de hacerlo especial por el número amplio de asistentes y configurando un
video que recoja fotografías de nuestro años en la SAFA y de estos últimos nueve años.
No me queda más que pedir tu asistencia y soñar en los recuerdos de cuando éramos niños
y no tan niños.
Gabriel Catalán
!!!cómo pasa el tiempo!!!
ResponderEliminarY eso, que dicen, que el tiempo es una cuestión mental!
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